Por Gustavo Pardo 
Por Elí Broad, 1901.
Esta
 tumba está situada a dos leguas de Tiro, entre las montañas, donde 
existen varias aldeas. Allí está el sarcófago macizo, elevado sobre un 
pedestal de piedra caliza, con una fuente abovedada y una cisterna en 
sus proximidades. La base está formada por tres hileras de piedras, dos 
de las cuales tienen trece pies de largo y diez de ancho. La tercera 
fila sobresale un poco y tiene quince pies de largo, once de ancho y 
tres de grueso. 
El sarcófago en sí tiene doce pies y once pulgadas de 
largo, siete y ocho pulgadas de ancho, y tres pies y siete pulgadas de 
alto. La tapa es de tres pies y siete pulgadas de alto con las otras 
dimensiones iguales al sarcófago.
Estas medidas fueron tomadas por Roberto Morris.
El monumento representa el trabajo más duradero que ha ejecutado el 
hombre y nos transporta mentalmente al año 1012 A. C., cuando Salomón de
 Israel e Irma de Tiro fundaron al erigir el Templo, el principio de 
amor fraternal y la unidad entre el género humano, que fue que fue 
consagrado por la muerte del “Hijo de la Viuda”.
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