Por Gloria Pérez
Ciudad de la Habana, Cuba. (Vocera del Movimiento de Derechos Humanos 10 de Diciembre)- Sin tener a dónde acudir, cansada de pedir clemencia, a todas las dependencias gubernamentales cubanas, así como al Presidente de la Comisión de Derechos Humanos Elizardo Sánchez Santa Cruz, la Iglesia Católica, y al Mundo en General, se encuentra la opositora y Vice presidenta del Movimiento de DH 10 de diciembre Mabel Gonzalez Alfonso esposa del prisionero político Raúl Rodríguez Soto, argumentó en muy mal estado emocional la mencionada. Hoy me tocó la visita al calabozo donde se encuentra confinado en el hospital la Covadonga, da grima ver como se ha deteriorado física y mentalmente sometido a una de las peores torturas psicológicas que puedan hacerle a un ser humano, dijo. No existe clemencia para el…
Afirma- Mi esposo se muere, los niveles de azúcar no le bajan, tiene anemia, dolor profundo en el hígado el cual tiene muy aumentado de tamaño, la vesícula no le funciona y también no cesan los dolores y las diarreas, no puede ponerse en pie porque ambas rodillas se encuentran sin ligamentos, así como las hernias discales que ante la falta de atención medica se han estrangulado y no logra ponerse en pie ni por dos segundos. Sin contar el cumulo de enfermedades degenerativas que me lo están llevando a toda prisa a que haga una urgencia y muera sin recursos, silenciado ante sus constantes defensas por los derechos humanos, porque fue trasladado a este centro no para curarlo, sino para que no hable, ni denuncie todo lo que ve en la cárcel el Combinado del Este.
Raúl ya no soporta más complicaciones con sus enfermedades, sus miembros inferiores se mantienen llenos de llagas, profundas e infestadas, la soriasis le está provocando ulceras en toda la piel, y no quieren darle la licencia extrapenal que necesita por sus condiciones y que está en tiempo de que se le otorgue.
No puedo explicarme que sucede con él, otros con menos problemas de salud han sido liberados, pero a él lo mantienen de una mentira en otra, de un plazo en otro, no sabemos que ocultan los oficiales de la sección 21 que son los encargados de su desgracia.
Ya para no escuchar sus denuncias no van a asistirlo, le huyen se esconden cuando los llamo, no quieren saber nada al respecto. Lo mantienen metido en este calabozo inmundo de la Covadonga oculto del resto de los presos para que termine de morir sin la atención médica que requiere.
Mi corazón me dice que está muy delicado de salud, sumamente estresado, desequilibrado, sin esperanzas, con una depresión mayor que lo puede conducir hasta cometer un acto en contra de su persona.
Raúl Rodríguez se muere en el hospital la Covadonga, y no existe nadie que abogue por su vida, a pesar de que existan muchas organizaciones no gubernamentales que se proclamen y afirmen ser defensores de los derechos del hombre.
Afirma- Mi esposo se muere, los niveles de azúcar no le bajan, tiene anemia, dolor profundo en el hígado el cual tiene muy aumentado de tamaño, la vesícula no le funciona y también no cesan los dolores y las diarreas, no puede ponerse en pie porque ambas rodillas se encuentran sin ligamentos, así como las hernias discales que ante la falta de atención medica se han estrangulado y no logra ponerse en pie ni por dos segundos. Sin contar el cumulo de enfermedades degenerativas que me lo están llevando a toda prisa a que haga una urgencia y muera sin recursos, silenciado ante sus constantes defensas por los derechos humanos, porque fue trasladado a este centro no para curarlo, sino para que no hable, ni denuncie todo lo que ve en la cárcel el Combinado del Este.
Raúl ya no soporta más complicaciones con sus enfermedades, sus miembros inferiores se mantienen llenos de llagas, profundas e infestadas, la soriasis le está provocando ulceras en toda la piel, y no quieren darle la licencia extrapenal que necesita por sus condiciones y que está en tiempo de que se le otorgue.
No puedo explicarme que sucede con él, otros con menos problemas de salud han sido liberados, pero a él lo mantienen de una mentira en otra, de un plazo en otro, no sabemos que ocultan los oficiales de la sección 21 que son los encargados de su desgracia.
Ya para no escuchar sus denuncias no van a asistirlo, le huyen se esconden cuando los llamo, no quieren saber nada al respecto. Lo mantienen metido en este calabozo inmundo de la Covadonga oculto del resto de los presos para que termine de morir sin la atención médica que requiere.
Mi corazón me dice que está muy delicado de salud, sumamente estresado, desequilibrado, sin esperanzas, con una depresión mayor que lo puede conducir hasta cometer un acto en contra de su persona.
Raúl Rodríguez se muere en el hospital la Covadonga, y no existe nadie que abogue por su vida, a pesar de que existan muchas organizaciones no gubernamentales que se proclamen y afirmen ser defensores de los derechos del hombre.
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