Julio 23, 2012.- Ayer el régimen silenció una voz que les hacia daño, la espina que nunca desaparecía. Una voz de la oposición cubana. La voz de Oswaldo Paya. El mundo entero conocía de Paya y hoy toda la prensa internacional habla en primera plana de la muerte del opositor cubano.
Pero ayer también murió junto a él, una parte del futuro de Cuba. Un joven estudiante cubano. Este estudiante se llamaba Harold Cepero . Harold era estudiante en el cuarto año de Medicina Veterinaria pero fue expulsado el 13 de Noviembre de 2002 de la Universidad de Camagüey. Su delito: Una firma.Solamente el día antes, el 12 de noviembre, un grupo de 17 estudiantes, entre ellos Harold firmaron una carta dirigida a la dirección de la Universidad de Camagüey pidiendo que se sometiera a debato publico un proyecto. En la carta pedían que el proyecto fuera conocido por profesores y alumnos, sometido a debate y que ellos decidieran por si mismo si encontraban el proyecto justo o si era en contra de los intereses del pueblo cubano.Solo un debate, nada mas. Debate, palabra que me trae a la mente mis días universitarios en mi curso de debate en que el profesor sabiendo mis ideas contrarias al tema, me asigno ser la líder del grupo que tenia que debatir la proposición de que el uso de la mariguana debía de ser licito. Mi opinión personal era que no debía de legalizarse la mariguana, y él lo sabia. Esto me obligó a estudiar los puntos de vistas contrarios y a debatirlos como si estos fueran los míos. Y hoy me pregunto, cuanto mas habrían aprendidos esos estudiantes si se les hubieran dado esa oportunidad de debatir el proyecto. Hubieran estado acuerdo con lo que se proponía o hubieran decidido que no era la solución correcta. Nunca lo sabremos.Pero además los jóvenes estudiantes cometieron la osadía de decirle al régimen comunista que bajo el Código Penal vigente en Cuba este condena a aquel que obstaculice un derecho establecido en la Constitución del país. Recordándole al régimen que el culpable era el por obstaculizar los derechos de los estudiantes. Que herejía tan grande cometieron ante los ojos de una tiranía. Como se atrevieron a poner en el banquillo de los acusados al régimen comunista. No, de ninguna manera esto podia ser permisible. Se hicieron reuniones donde participaron las autoridades máximas de la Universidad, y representantes del Partido Comunista de Cuba, de la unión de Jóvenes Comunista y de la Federación de Estudiantes Universitarios. Un crimen tan grande merecía un gran jurado para dejar bien en claro que tan gran delito no podía pasar sin ser castigado. Y con una gran diligencia, en menos de 24 horas se llego al veredicto: Culpable.Los estudiantes fueron expulsados por el régimen comunista truncando sus carreras universitarias y robándoles de su futuro Y ayer, unos de esos estudiantes. Harold, perdió la vida en una situación confusa al lado de aquel que originalmente escribió el proyecto que les ha costado la vida. El Proyecto Varela.Y cabe preguntar, que se puede esperar de un cobarde régimen que le tiene miedo a un proyecto, un debate y un grupo de estudiantes y no tiene reparo en silenciar sus voces para siempre.Y todo esto por solamente un firma.
martes, 24 de julio de 2012
Y todo por una Firma
Por Marta Menor
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