Holguín. (HOLGUIN PRESS)- 13 de marzo  2012, en la catedral San Isidoro de Holguín. Tras encontrarnos un grupo  de 21 opositores pacíficos, orando por la libertad de Cuba y con el  objetivo de presentarle peticiones sociales al párroco y a su vez este  las trasmitiera a instancias superiores, con motivo de la visita del  papa.
Siendo la 5:14 de la tarde, se persono  el señor obispo de Holguín que algunos de los presentes no conocían, al  irrumpir en el templo de forma tan vulgar y violenta, todos pensaron que  se trataba de un agente de la contra inteligencia y así se lo hicieron  saber.
El señor obispo se acerca de forma descompuesta, al hermano Robier Cruz Campo  le arrebata el teléfono dándole varios golpes en la mano izquierda, al  decirle que esa no era la forma de tratar a un ser humano y expresar que  no tenía ética, empezó a gritar que él era el obispo que podía gritar  cuanto quisiera, en ese momento fue cuando los que estaban congregados  supieron que era el obispo, le comunicamos entre sus gritos que  estábamos orando por la libertad de Cuba, el expreso que ese no era el  lugar para orar por la libertad de Cuba y le contestamos que Dios es el  oidor de la oración, la respuesta del señor obispo fue que si no  salíamos por las buenas él nos iba a sacar a las malas y el hermano José Luis Mir Cruz le dijo que su postura era la de un agente de la seguridad del estado.
Yuri Miguel Carralero Misionero  evangélico, le pidió que por favor lo dejara hablar un momento, en lo  que el obispo con su forma agresiva seguía alterado, hasta que por fin  el hermano logro comunicarle que estaba actuando de forma incorrecta,  inhumana y degradante, le pedimos entonces que nos dejara hasta que se  terminara la misa, y el señor obispo mantuvo su postura diciéndonos que  nos marcháramos del templo.
Insistimos en esperar porque queríamos  participar de la misa, la cual fue impartida en la capilla lateral,  privándonos de la bendición de escuchar temas espirituales, incumpliendo  con lo que enseño Jesucristo en el sermón del monte, nos privó de la  hospitalidad que deben dar los cristianos a su prójimo, nos serraron los  baños y dijeron que no tenían la llave, cuando cayó la noche se negaron  a encender las luces dejándonos totalmente a oscuras dentro del templo,  impidiéndonos también consumir alimentos algo que es dañino para la  salud, olvidándose el obispo que Dios es amador de la Vida.
Siendo la 9:10 pm nos expulsaron y ya fuera de la iglesia nuestro criterio en conjunto fue retirarnos.
Aunque el señor obispo violó lo que dice  la palabra del señor en el Salmo 31:19 y en Proverbio 12:19 “Enmudezcan  los labios mentirosos que hablan con insolencia contra el justo, con  orgullo y desprecio” “Los labios sinceros permanecen por siempre, la  lengua mentirosa dura un instante”.
Nosotros perdonamos la actitud del señor  obispo, pero no deja de sorprender su poco apego a la verdad y a la  caridad cristiana y creemos que él, es el menos indicado para hablar de  manipulados y manipuladores, es una vergüenza que el señor obispo  compare el templo e Dios a un cine, otra cosa que nos sorprendió, fue el  hecho de que dijo que había hablado con una representante de la FLAMUR  siendo esta argumentación incierta, la presidenta con quien hablo fue  con el padre de la iglesia, para pedirle alimento porque uno de los  hermanos presentes es diabético, nos conmueve que el señor obispo sea  tan poco temeroso de Dios, recientemente Gualdo Hidalgo Portilla  pidió asilo y cuando nos paramos en el portal del obispado nos serraron  la puerta, que Dios lo perdone como nosotros lo hacemos.
Yandri Yonel Aguilera Naranjo.
Yulixander Aguilera Naranjo.
Danay Mendiola Duquesne.
Jorge Luis Recio Arias.
Lisbet Peña Hernández.
Amilkar Pérez Riveron.
Liliana Campo Buzón.
José Alberto Ramírez Escobar.
Yuri Miguel Carralero.
Yuliet Oropesa Perna.
Javier Hidalgo Portilla.
Rolando Sánchez Duran.
Eladio Pupo Nieve.
Lisandro Peña Hernández.
Rosa María Naranjo Nieve.
Libia Hernández Pérez.
José Luis Mir Cruz.
Robier Cruz Campo.
Alexei Jiménez Almarales.
Eleiny Viamonte Cardoso.
María Antonia Hidalgo Mir.






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