Por Gloria Pérez
Ciudad de la Habana, Cuba. (MDH)- Informa desde la Habana Cuba la Vicepresidenta del Movimiento de Derechos Humanos 10 de Diciembre Mabel Gonzalez Alfonso, que su esposo Raúl Rodríguez Soto quien extingue una larga condena en condiciones muy delicadas de salud en el Combinado del Este y Presidente de este movimiento, se ha Plantado en Huelga de Hambre ante la denegación de la licencia extrapenal.
Afirma que Rodríguez Soto ha sido sometido a la burla y a la manipulación de altos oficiales del régimen castrista durante más de un año, donde se le informó tanto a él como a ella, por parte del Director del penal, Jefe de la sección 21, Tte Coronel conocido por Rubén, y el oficial operativo que lo atiende en la prisión conocido por Liban, que su medida extra penal estaba aprobada por la comisión médica del presidio, y que solamente faltaba un firma para concederle el beneficio que le toca por tiempo cumplido y por el cúmulo de enfermedades todas agudizadas en cautiverio y que lo convierten en no apto para el régimen penitenciario.
Refiere que Raúl tiene un padecimiento de diabetes tipo I insulina dependiente, ulcera gástrica, ya perforada en el mes de Diciembre, con sangramientos a repetición, anemia, gastroduodenitis crónica, gastritis, neuropatía y retinopatía diabética, soriasis, mala absorción de los alimentos, gingivitis sangrante, dos hernias discales desgarradas en la región lumbar que lo tienen sometido a una silla de ruedas, cálculos vesiculares y renales de criterio operatorio. Dislocación de los ligamentos de ambas rodillas, entre otras patologías todas de cuidado.
Situaciones más que suficientes para no poder someterse a una huelga de hambre. Pues la misma al único lugar que lo conduce es a la muerte.
Por lo que de sucederle algo a este prisionero político y presidente del movimiento de derechos humanos 10 de diciembre los únicos culpables es el gobierno de los Castro con su código penal vigente que no reeduca a los hombres, sino que los lleva lentamente al patíbulo.
Álcese el mundo por la vida de este prisionero, aboguen por su libertad las organizaciones no gubernamentales amantes de los derechos del hombre, y que su caso encuentre una solución lo antes posible para no tener que lamentar males mayores. Dijo
Afirma que Rodríguez Soto ha sido sometido a la burla y a la manipulación de altos oficiales del régimen castrista durante más de un año, donde se le informó tanto a él como a ella, por parte del Director del penal, Jefe de la sección 21, Tte Coronel conocido por Rubén, y el oficial operativo que lo atiende en la prisión conocido por Liban, que su medida extra penal estaba aprobada por la comisión médica del presidio, y que solamente faltaba un firma para concederle el beneficio que le toca por tiempo cumplido y por el cúmulo de enfermedades todas agudizadas en cautiverio y que lo convierten en no apto para el régimen penitenciario.
Refiere que Raúl tiene un padecimiento de diabetes tipo I insulina dependiente, ulcera gástrica, ya perforada en el mes de Diciembre, con sangramientos a repetición, anemia, gastroduodenitis crónica, gastritis, neuropatía y retinopatía diabética, soriasis, mala absorción de los alimentos, gingivitis sangrante, dos hernias discales desgarradas en la región lumbar que lo tienen sometido a una silla de ruedas, cálculos vesiculares y renales de criterio operatorio. Dislocación de los ligamentos de ambas rodillas, entre otras patologías todas de cuidado.
Situaciones más que suficientes para no poder someterse a una huelga de hambre. Pues la misma al único lugar que lo conduce es a la muerte.
Por lo que de sucederle algo a este prisionero político y presidente del movimiento de derechos humanos 10 de diciembre los únicos culpables es el gobierno de los Castro con su código penal vigente que no reeduca a los hombres, sino que los lleva lentamente al patíbulo.
Álcese el mundo por la vida de este prisionero, aboguen por su libertad las organizaciones no gubernamentales amantes de los derechos del hombre, y que su caso encuentre una solución lo antes posible para no tener que lamentar males mayores. Dijo
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