Por Carlos Rios Otero
Ciudad de la Habana, Cuba- (www.cubanet.org) -Más de una docena de funcionarios y empleados de la Dirección de Vivienda, en La Habana, son investigados por malos manejos, al margen de las regulaciones, en la asignación de casas a ciudadanos.
El fondo de viviendas que administra dicha Dirección está formado generalmente por las casas dejadas por ciudadanos que abandonan definitivamente el país, las de fallecidos sin herederos, donaciones o nuevas construcciones.
La mayor cantidad de violaciones corresponde a las viviendas de emigrantes, que no son reportadas por Inmigración. Al encontrarse éstas fuera de la bolsa o fondo habitacional, no son controladas por el gobierno local. Esto posibilita que los inspectores de la zona y otros funcionarios de Vivienda las vendan ilegalmente para obtener ganancias. Otra forma de corrupción, es el uso indebido de permutas por causas de “necesidad social”.
Por otra parte, algunos ciudadanos que viven en albergues, en espera de que se les asigne una vivienda permanente, pagan sobornos a los funcionarios de Vivienda, para que alteren sus expedientes haciendo aparecer que llevan más años en los albergues y de ese modo lograr que se les asigne más rápidamente la vivienda que esperan.
Al no existir un control eficiente del Gobierno local o provincial, los funcionarios corruptos de la Dirección de Vivienda obtienen grandes sumas de dinero producto de estos sobornos y transacciones ilegales. Cuba tiene un déficit de al menos un millón de hogares y es común que en la misma casa convivan hasta tres generaciones. Actualmente más del 50 % de los inmuebles se encuentran en mal estado.
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