Cerca  de un centenar de personas acudieron al cementerio Memorial Plan,  donde finalmente se depositaron las cenizas de Zapata, quien murió en el  2010 en un hospital de Ciudad de La Habana (Cuba), como consecuencia de una huelga de  hambre de 85 días.
Los momentos más emotivos se produjeron al  final del acto religioso, cuando Reina Loina Tamayo, madre del fallecido  preso de conciencia, dirigió unas palabras de agradecimiento a los  presentes y gritó "¡abajo Fidel!", "¡abajo Raúl!", "¡viva Cuba libre!",  "¡abajo los asesinos de Zapata!".
Las palabras de la madre fueron  coreadas por los presentes momentos antes de proceder a la colocación de  la urna con las cenizas de Zapata en un nicho abierto en el muro del  mausoleo de la organización Brigada 2506, compuesta por los veteranos de  la fallida invasión de Bahía de Cochinos (1961), en Cuba.
Tamayo y  el grupo de familiares residen como refugiados políticos en Miami,  adonde llegaron el pasado 9 de junio con las cenizas de Zapata.
Los  familiares y allegados de Zapata ocuparon, durante la ceremonia, la  primera fila de asientos dispuestos bajo los toldos levantados junto a  la pared del mausoleo de la Brigada 2506.
El acto comenzó con las  palabras de solidaridad que dirigió Félix Rodríguez, presidente de la  Brigada 2506, a la familia Tamayo, especialmente a la madre, de quien  dijo que "enaltecía la dignidad de la mujer cubana".
A  continuación, un  sacerdote ofició un breve servicio funeral en  el que  destacó el "coraje y valor de Reina Loina Tamayo" y clamó contra la  "maldad y el odio que cortó los días" de Zapata, para concluir con una  oración en memoria del opositor muerto.
Durante el acto, la urna  de madera con las cenizas de Zapata permaneció encima de una mesa, junto  a un ramo de flores y una fotografía en blanco y negro del disidente  fallecido.
Un familiar de Zapata extendió una sábana blanca donde  se leía: "Morir por la libertad y la democracia del pueblo cubano es  vivir eternamente en ella".
Los asistentes escucharon emocionados  las palabras finales de agradecimiento que pronunció en la ceremonia  Reina Loina Tamayo en las que expresó su satisfacción porque las cenizas  de su hijo descansen en paz en "un país libre, no como en Cuba", donde  hasta "los últimos momentos (sus restos en la tumba) estuvieron  custodiados por armados".
Agregó que su hijo "fue asesinado por  los hermanos Castro", quienes dieron la orden de que le fuera negada el  agua con el objetivo de que "desapareciera de su presencia".
"¡Zapata  vive!" y "Orlando, hombres como tú es lo que la patria necesita",  fueron algunas de las frases que pronunció con emoción Tamayo y que  fueron coreadas por los asistentes.
Acto seguido, y tras besar la  urna con la bandera cubana dibujada en su tapa, Reina Loina Tamayo y  Félix Rodríguez procedieron a depositar las cenizas del disidente en el  nicho.
Con el silencio y la emoción contenida sonó el toque de una  trompeta mientras la madre de Zapata elevaba los puños cerrados al  cielo.
Zapata Tamayo, uno de los 75 disidentes condenados en la  primavera de 2003 a penas de hasta 28 años de cárcel, murió el 23 de  febrero de 2010 en un hospital de Ciudad de La Habana como consecuencia de una  huelga de hambre de 85 días que realizó.
Numerosas voces,  incluidas las de la disidencia interna y organizaciones opositoras en el  exterior, culparon al régimen castrista de la muerte de Zapata.

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