Miami, EE.UU., (EFE)- Las cenizas del fallecido disidente cubano Orlando Zapata Tamayo, que murió en el 2010 como consecuencia de una huelga de hambre de 85 días, serán depositadas el próximo sábado en un mausoleo de un cementerio de Miami, confirmó hoy la madre del opositor muerto.
Reina Loina Tamayo, madre del fallecido disidente, dijo que, tras un velatorio previsto en una sala de la organización del exilio Municipio de Banes, las cenizas de su hijo recibirán sepultura en el cementerio Memorial Plan de Miami.
Ya que en mi patria no pudo ser que se quedaran sus restos, que sus cenizas tuvieran el lugar que él (Zapata) se merecía, tuvimos que emigrar a EE.UU.,., y "ya aquí, en un país de la libertad, descansarán sus cenizas en paz", expresó Tamayo, quien reside en Miami como refugiada política.
Reiteró que fueron "los hermanos Castro los que le asesinaron y nunca permitieron que le hiciera un monumento tan siquiera", por lo que manifestó su profundo agradecimiento a todos los que "se preocuparon por que los restos" de su hijo "descansaran en paz y en un lugar como el que se merece".
"Es la primera vez que nuestro mausoleo acogerá los restos de alguien que no pertenece a la Asociación Brigada 2506", dijo Andrés Manso, secretario de la organización.
La llamada Brigada 2506 fue protagonista de la fallida invasión de Bahía Cochinos (1961), operación que lanzó EE.UU. contra el régimen de Fidel Castro.
En ese sentido, Tamayo agradeció el "cariño y amor" mostrado hacia su familia desde que llegaron como refugiados políticos a EE.UU.
En cuanto al posible traslado de las cenizas de su hijo a Cuba en un futuro, Tamayo dijo que "cuando nuestra patria sea libre y podamos regresar, después de salir con mucho dolor, entonces que sus cenizas regresen a nuestra patria".
La mujer y otros doce familiares del fallecido disidente Orlando Zapata llegaron a Miami el pasado 9 de junio con sus cenizas en un cofre arropado con la bandera de Cuba y aseguraron que continuarán desde el exilio su lucha contra el régimen castrista.
El albañil Zapata Tamayo, uno de los 75 disidentes condenados en la primavera de 2003 a penas de hasta 28 años de cárcel, murió el 23 de febrero de 2010 en un hospital de La Habana como consecuencia de una huelga de hambre de 85 días que realizó.
Numerosas voces, incluidas las de la disidencia interna y organizaciones opositoras en el exterior, culparon al régimen castrista de la muerte de Zapata.
La disidencia aseguró que fue la privación de agua durante 18 días a que le sometió el régimen lo que agravó su estado de salud y le causó daños irreversibles en un riñón.
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